Mi cuerpo viaja a él cuando puede.
Mi mente se planta allí cuando quiere.
Y escucha las olas, y siente el viento en mi cuerpo, y respira la sal.
Y me deslumbra la luz de sus mañanas. Y me emociona el rojo de sus tardes.
Y vuelvo a la vida real aletargada y plena.
¡Uhnm! Creo que ya me estoy escapando otra vez... ¿quién se viene?
Foto sin filtros ni modificaciones del escenario protagonista.
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