viernes, 19 de febrero de 2016

No me representan

    

    No me representan.
    Son los todopoderosos del mundo pero no pueden.
    Son los responsables del mundo pero no se responsabilizan.
    Son los economistas del mundo pero las cuentas no les salen.
   Mientras se ponen sus trajes de chaqueta y acuden en sus coches oficiales a otra más de sus inútiles reuniones de "urgencia", cientos de personas anónimas se enfundan un chaleco naranja y se suben a una lancha motora. 

    No tengo palabras para agradecer a todos los voluntarios que han dejado aparcada su vida para ayudar a otras personas con medios precarios. Éste es mi pequeño homenaje a ellos y en especial a mi primo Miguel que se llevó a Lesbos parte de mi corazón hace 15 días.
    He llorado con él. Me he reído con él.
    Me ha dejado sus manos, sus ojos y su alma para que yo pudiera vivir en primera persona el placer de ayudar y salvar vidas en situaciones límites sin moverme de mi casa.
    Gracias por dejar que me sienta útil.
    Gracias a todo vuestro equipo y a todas la ONGs que seguirán allí mientras quede un sólo ser humano a quien ayudar.

"El dinero y los cojones para las ocasiones"
Nuestro abuelo Bernar. 

4 comentarios:

  1. Gracias por expresar con palabras tus ideas y tus sentimientos, que pienso y siento como míos. Personas como tú y como tu primo Miguel nos ayudan a reconciliarnos con la humanidad, a no sentir tanta vergüenza de esa que llaman "ajena" y que es propia, vergüenza propia que hace daño y que no podemos evitar que se convierta en rabia e indignación, pero debemos esforzarnos en que se convierta en acción. Todos y cada uno de nosotros, los seres humanos, somos responsables y podemos ayudar, actuar. Mi admiración y gratitud a tu primo y los otros "héroes de Lesbos", y a ti.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras.
    Un abrazo María Luisa.

    ResponderEliminar
  3. Querida Ana,
    Mais uma vez, você me emociona com suas palavras, ao mesmo tempo suaves e generosas e, quando acesas pela indignação, queimam como a lava incandescente que emerge de dentro de nosso Planeta quando já se lhe esgota a paciência. As palavras que você usa com tanto discernimento e critério no devolvem a centelha necessária de esperança pra gente não desistir do sonho de uma Humanidade melhor, mais solidária e feliz. Bravo, querida amiga! Ler "De Titânio e Porcelana", a par de ser tão prazeroso, renova nossa sensibilidade e nossa capacidade de compreender a realidade, o mundo e próximo, sobretudo quando ele parece tão longe, flutuando em alguma embarcação precária em algum recanto das águas de Netuno, de Jasão e Ulisses. Bravo, Ana! E muito obrigado.

    Nilseu

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Preciosas palabras Nilseu.
      Muchas gracias por pasar por aquí. 😘

      Eliminar