domingo, 4 de noviembre de 2018

Hablando de bondades...





    Hace unos días mi pequeño salvaje ha sido agredido por otros “compañeros” del cole. No se defendió. Puedo ver su alma con más heridas que su cuerpo.
     “Sólo sé luchar con normas” me mira haciendo referencia a sus clases de artes marciales. Eso le
impide responder con otra patada en la cara.
    Físicamente eran más débiles que él. Mentalmente también. La primera intención por mi parte era que la próxima vez les devolviera los mismos golpes... pero a través de sus ojos azules puedo adivinar que no lo hará.
    Su corazón limpio se lo impide.
    En el fondo, por más que me duelan sus señales, prefiero que siga siendo así.

    Sigo aprendiendo de su nobleza. 
    Sigo enamorándome más.

2 comentarios:

  1. Su conducta casi con toda seguridad tenga que ver con los valores de los que se ha ido impregnando en su entorno más cercano. sufre por ‘el, siente su dolor, pero también siéntete orgullosa del ser humano que estás ayudando a formar como persona. Enhorabuena papis.

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  2. ¡Qué dolor! No puedo leer la frase "ha sido agredido por otros “compañeros” del cole", sin que se me salten las lágrimas, no puedo... Peleas de niños son una cosa, y agresión de varios niños a otro que no sabe defenderse es otra. No puedo resignarme. Si no sabe luchar sin normas, hay que enseñarle, porque la bondad no está reñida con la "legítima defensa". Mi propia experiencia con mi hijo cuando era pequeño y le agredía un chulillo me ratifica en que la educación incluye enseñar a los hijos a que se protejan y puedan así afrontar las dificultades de la vida. Y saber defenderse ante un ataque injusto no hará a un niño menos noble ni menos bueno, le hará más fuerte y más feliz. Os quiero muchísimo.

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