No sabría decir cuántas veces me apetecería que el mundo diese un frenazo y bajarme sacudiéndome las rodilleras. En esos momentos, un café, un paréntesis, un silencio, un pensamiento. Por eso estoy aquí. Para volar un poquito y observar desde arriba esta vida tan caótica que llevamos. Calentando motores...¡aaaaaarriba!
domingo, 15 de julio de 2012
De titanio...
Dúctil y resistente, duro y maleable, así es el titanio y por eso se ultiliza como componente principal de aquellas cosas que deben durar para siempre.
Así deberíamos ser las personas: de titanio. Que nada ni nadie nos hiciera desaparecer.
Ya sé que entonces mi profesión no tendría sentido, pero si hoy pudiera pedir un deseo sería ese, que los sanitarios no tuvieramos que existir porque el ser humano ha conseguido ser eterno.
Invencible.
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la aleación en cualquier caso me parece perfecta amiga....
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Rocío... Besos guapa!
ResponderEliminarDe titanio y porcelana está bien, que si el titanio es fuerza, adaptación, resistencia, la porcelana es belleza, sensibilidad, sentimiento.
ResponderEliminarInteresante reflexión sobre la eternidad de los seres humanos, aunque los sanitarios harían falta igual o quizás más, porque ¿te imaginas estar eternamente enfermo?
Me encanta tu blog.