lunes, 19 de noviembre de 2012

Capacidad

   



    Sólo si todos fuéramos discapacitados dejaríamos de serlo.
    El mundo dejaría de tener obstáculos si todos los sufriéramos.

    Un buen amigo sometido a una intervención de cirugía estética por un malformación en la cara me comentó una vez que él no tenía ningún problema para relacionarse por su aspecto, que eran los demás los que no se relacionaban con él. La discapacidad es un concepto creado por los demás hacia personas que se consideran (y son) normales. Es un sentimiento del prójimo hacia tí más que de uno mismo.

    La noria de la vida lo mismo te regala unas muletas que te quita un brazo o un sentido o te sienta en una silla de ruedas, de forma temporal o permanente,... y es entonces cuando nos damos cuenta de la cantidad de discapacitados que hay:  personas que dicen retirar barreras arquitectónicas sentados en su cómoda butaca del ayuntamiento no estando capacitados para ese puesto, compañeros cargados de cinismo y prejuicios que no están capacitados para trabajar con personas como tú, vecinos que no tienen capacidad para tenerte como amigo... y en definitiva todas esas personas que viven en este mundo tan plural con una discapacidad emocional para relacionarse con los demás digna de certificación.

    Desde aquí mis condolencias a todas aquellas personas que (al igual que yo) han sentido alguna vez sus diferencias como algo antisocial debido a la discapacidad ajena.

4 comentarios:

  1. Cuanta razón y que bien lo explicas Ana. Deberían enseñar esta entrada en tantos y tantos sitios...
    Un besote..

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    1. Gracias Robin Jú. Y felicidades por tus éxitos. :)

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  2. Impresionante comentario, que comparto plenamente.
    Este precioso blog de titanio y porcelana está también lleno de diamantes.

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