No sé dónde encontré el hilo que me hizo tirar y sanar por dentro.
Sólo sé que dolió primero, y después busqué respuestas.
Busqué en personas y en objetos. Busqué fuera y busqué lejos.
Y a penas sin darme cuenta se alinearon los planetas.
Y aprendí a interpretar mis señales y a mirarme en el espejo,
a exponer mis gustos y mis decisiones, a cerrar puertas.
Aprendí a perdonarme.
Que entre querer y amar hay 7 letras (respeto).
Aprendí lo que me hace daño para alejarme.
Aprendí a cerrar los ojos, a escuchar mi respiración y mis latidos.
Y hoy sé que no es lo que veo sino cómo miro.
Que no importa cómo otros me ven sino cómo me he sentido.
Y ¿sabes qué? A veces también me pierdo. Y de eso, también aprendo.
Y haber estado perdida me ayuda a valorar mi encuentro.
Y a veces pido ayuda.
Y otras soy yo la que ayudo, o al menos, lo intento.
Y así, a veces náufrago y otras faro, también sigo aprendiendo.
Y no sé dónde llegaré pero seguro que es bueno,
porque nunca antes sentí la paz que ahora estoy sintiendo.
Y esto debe ser encontrarse, o al menos, .... empezar a hacerlo.
Espectacular
ResponderEliminarGracias por pasar por aquí
EliminarGenial Ana. Me encanta
ResponderEliminarGracias
EliminarComo siempre das mucho para reflexionar. Gracias por compartirlo con nosotroz
ResponderEliminarGracias a ti.
EliminarPalabras cómo estas pueden despertar las conciencias de algunos, se podría hablar de magia pero lo dejamos en “superpoder”. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo Eli
ResponderEliminarGracias !!