...sus ojos azules abiertos de par en par.
Me hipnotizan cuando se clavan en los míos justo después de retirar milagrosamente su mirada de la tele.
Me paralizo, y en esos momentos espero impaciente su pregunta...
"Mamá, ¿por qué Heidi habla igual que la abeja Maya?"
Me enamora. Todos los días.
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